Juzgar a la razón. Someterla a un tribunal. Marcarle sus límites. Impedir que se extralimite, que se desate y enloquezca. Porque hay una locura de la razón y, tal vez, una razón de la locura.
Hoy empezamos a recorrer ese fino umbral entre locura y razón en el pensamiento de Kant, caminando por
“Durante milenios, el hombre siguió siendo lo que era para Aristóteles: un animal viviente y además capaz de una existencia política; el hombre moderno es un animal en cuya política está puesta en entredicho su vida de ser viviente”
Foucault, M., Historia de la sexualidad. La voluntad de saber, 17 a edición, México, Siglo XXI, p. 173.
Durante
La imagen es necesariamente melancólica. Rescata a lo real de su inminente ocaso, pero a un precio tal vez excesivo: volviéndolo ficción. La imagen es un fantasma, está presente en el lugar exacto en el que aquello que muestra falta y esta