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“El concepto de tiempo” (Der Begriff der Zeit)
Una introducción a Martin Heidegger
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“El
Byung-Chul Han:
“El aroma del tiempo”
Un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse
4 clases
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“También aquí, junto al horno de pan, en este lugar cotidiano y habitual, donde cada cosa y cada situación, cada hacer y pensar se ofrecen de manera familiar, corriente y ordinaria, «también aquí», en este ámbito ordinario, se presentan dioses. […] «También aquí» […]
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¿Habrá otro pensador contemporáneo tan decisivo como Heidegger? El pensador del ser, de la bomba atómica,
Estos son los cursos a distancia que se encuentran abiertos actualmente:
Este curso ya empezó, pero como se trata de clases independientes, todavía es posible anotarse a las que faltan. Todavía quedan las clases de Hume (8/4), Berkeley (15/4) y Kant (22/4); y está también
Enero en Buenos Aires es un momento de especial tranquilidad. La ciudad baja su velocidad y se vacía, mientras nos preparamos para el año que vendrá. En cierto modo enero es un paréntesis en el año, una suspensión del tiempo habitual, una epoché.
Les propongo entonces
“Es más seguro ser temido que amado. Porque de la generalidad de los hombres se puede decir esto: que son ingratos, volubles, simuladores, cobardes ante el peligro y ávidos de lucro. Mientras les haces bien, son completamente tuyos: te ofrecen su sangre, sus bienes, su vida y sus hijos, pues
En el curso de Ser y Tiempo de los lunes estamos viendo que una característica fundamental del pensamiento de Heidegger reside en transitar los límites, entendidos como aquello que tiene lugar no en los bordes exteriores, sino en el “entre”.
En la última clase hablamos de la ideología y la caracterizamos como el hecho de “ser hablados por otro”. Hay, pues, un otro que habla en mí pero que (no) soy yo. Para ilustrarlo en un momento remitimos al teatro de Brecht, en contraposición a la comprensión aristotélica de la tragedia.
Siempre nos habla el acontecimiento, lo insólito, lo extraordinario: cinco columnas en la tapa, grandes titulares. Los trenes sólo empiezan a existir cuando descarrilan, y cuantos más viajeros muertos, más existen los trenes; los aviones sólo acceden a la existencia cuando son desviados; los